Monday, June 06, 2005

Arroz como todos los días

Miguel Ortega almorzó arroz como todos los días. Sólo tomó agua y un poco de flan de vainilla. En la noche casaría a Paula y Enrique. Leyó el evangelio que correspondía. Era uno muy hermoso de San Mateo. Jesús les anuncia a sus discípulos que viene a sanar a los enfermos. Miguel se emociona. En su libreta escribe con mayúsculas la palabra “misericordia”.
Son cerca de las siete de la tarde. Se mira al espejo. Por poco rato, como le enseñaron en el seminario.
El taxi pasa por él. Le duele un poco el pecho. Mira la ciudad. ¿Qué diría el Cardenal Silva Enríquez con tanta modernidad?” Se espantaría” piensa. “Habiendo tanta pobreza" dice en voz alta… El taxista le muestra su estampita de San Expedito. Miguel le da la bendición. Le duele el pecho.
Pone las manos en el altar. Mira a la madrina. Tras ella está sentado Abraham. Miguel se arregla los anteojos. Mira al coro. El violín es afinado por San José. Cierra sus párpados por un segundo. La Virgen María es la novia. Su pelo está decorado con nueve astromelias. Y su vestido es tan vaporoso que todo comienza a nublarse. Y ya nada se distingue.

3 comments:

  1. está bueno.
    y yo como miguel ortega, comeria arroz todos los días.

    saludos.

    ReplyDelete
  2. Aquí en la Universidad se acaba de morir un joven de 30 años de un ataque al corazón y me acuerdo que cuando estaba en España me avisaron de la muerte de Carolina Fadic...me dio mucha pena y miedo...por eso no me preocupo por la muerte, si tu hora llega no hay nada qué hacer....
    gracias por tu vivista a mi blog

    ReplyDelete
  3. no entiendo por qué no puede poner comentario en el post precedente.
    quería decir algo acerca de Villouta.
    me parece que el muchacho hace rato que es, él mismo, aquello que critica y menosprecia.

    me gustó este blog. lleno de inteligencia y seriedad ( en el buen sentido )

    Alfie

    ReplyDelete