La fealdad se ha igualado a defectos tales como el egoísmo, la soberbia o la tontera. Se habla mal de los feos, se les discrimina para los trabajos, son objeto de burlas despiadadas en la universidad. El feo lo pasa mal, pero la fea definitivamente sufre como nadie. Un feo simpático puede cautivar a una atractiva mujer con su humor; una fea por muy chistosa que sea con mucha suerte será la mejor amiga del guapo cotizado.
Nadie tiene la culpa de ser feo y sin embargo, su vida está marcada por una característica que no eligió. Si al soberbio lo rechazan ; fue su responsabilidad ostentar aquellos conocimientos que a nadie le interesan . Si a la tonta le niegan una beca; ella fue la que no quiso ejercitar sus neuronas. Pero el feo, no tiene la culpa de aquella extraña mezcla de genes, que lo dibujaron con una figura fláccida, una nariz chata y un ojo menos.
El feo paga las pena por un crimen que no cometió. Y lo que es peor ... su condena es perpetua.
MUY CIERTO. PERO YO SUELO TENER UN PARADIGMA MENTAL CON LAS BONITAS Y ES QUE ME CUESTA CONFIAR, SIENTO QUE ES IMPOSIBLE ENCONTRAR A UNA BONITA Y LA VEZ INTELIGENTE, ES DECIR, QUE SON DOS VARIABLES INVERSAMENTE PROPORCIONALES...
ReplyDeletePERO BUENO, DICEN QUE TODA REGLA TIENE SU EXCEPCIÓN, AÚN CUANDO ESTA PARECE SER. LA EXCEPCIÓN DE LAS REGLAS.
Veamos Andrès, una bonita o pinturita?, no es igual...no soy fea, y tonta tampoco...muy confiable.
ReplyDeleteMe casè con un feo, y si no estoy con el ahora, nada tiene que ver su fealdad fìsica, sino la interior...
Chaus.